CRISTAL

Ella vivía en una diminuta bolita de cristal en medio del universo. No tenía espacio más que para soñar...Él, en un reducido cubo vidrioso. Sólo podía pensar...Desde el principio de los tiempos flotaban el uno alrededor del otro. Se amaban aun sin conocerse, mas no podían tocarse, ni hablarse. Ella soñaba con él y él pensaba en ella.Todos los días, todas las noches, dando vueltas el uno junto al otro, se miraban. Él ponía su mano en el cristal y sonreía. Ella pegaba su cara a la pared y sonreía. Era como si aquella sonrisa derritiera el cristal que les separaba...Los años pasaban y ellos seguían acariciándose a distancia, él con su mano y ella con su cara, pegados a la pared.Y la bolita de cristal y el cubo de vidrio se alejaban poco a poco. Cada vez les costaba más hallar la luz del otro, y la soledad se fue adueñando de ellos.Ella dio la vuelta al mundo, llorando, tratando de ahogarse en su tristeza, mas las lágrimas se evaporaban al tocar el cristal.Él dio la vuelta al mundo, gimiendo, tratando de perder la consciencia por el ruido, mas los gemidos se apagaban al tocar el vidrio.Y entonces, sin saber qué ocurría, la bolita se rompió.Y entonces, sin saber qué ocurría, el cubo se rompió.Ella recuperó la consciencia y miró. Él se despertó y miró. Dentro de una estrella de cristal, él y ella. Se habían encontrado después de alejarse durante tanto tiempo...Él rió y alzó la mano. Ella rió y juntó su rostro.Una estrellita de cristal vagando por el cielo, y él y ella dentro, riendo, porque quieren ver qué es la risa. Nunca la habían conocido...Él y ella en una estrella dulce, tocándose. Y es que ahora ya no les importa vagar por el firmamento, porque ya no están solos...

Autora texto: Julia Mena.